martes, 10 de julio de 2007

Pues sí, epidemia de lepidópteros fue lo que viví el día del Orgullo Gay en la capital del Estado Opresor. Resulta que las plagas que azotaron Egiopto se quedaron cortas comparadas con la que sufrió el corazón de nuestra madre patria. Nada más y nada menos que dos millones de lepidópteros revoloteando por el centro de Madrid. Había lepidópteros famosos como Jorge Javier (qué fuerte, qué fuerte), Parada o Boris. Lepidópteros tuneados, allí estaba la Veneno representándolos y, como no, el ejército de lepidópteros normalitos y corrientitos que acompañaban a sus líderes. Allí había de todo, pero lo mejor, sin lugar a dudas, el flash back. Señoras y señores, allí estaba Locomía cantando su greatest hit, sex, Ibiza, locomía entre la maraña de abanicos y plumas. ¿Eran tan lepidoptéricos cuando salieron a la luz la primera vez? Ya me irán diciendo.
Fuerteventura me ha recibido, como no podía ser menos, con rachas de viento que oscilan entre los 150 y los 200 km a la hora. Menos mal que uno tiene su peso y puede aferrarse al suelo de manera segura. No obstante, amigos grancanarios en especial, prepárense para recibirme en cualquier momento vía aérea si el viento sigue soplando de este modo.
No me quiero despedir de este capítulo sin antes hacer pública mi felicitación a mi amiga, compañera de bragas-violetas Silviushka por su inminente maternidad y su no menos inminente matrimonio. Chica, creces tan rápido que nos dejas al resto en pañales, PRÁCTICAMENTE. Te deseo muchas felicidades tanto a ti como a Rhoderick. Allí estaremos para apoyar la causa y dar FÉ (ojo que la mía es con tilde).
Hasta la próxima amigotes.