Alguien podría explicarme una cosa: ¿cómo narices va a vivir este país sin el ser o sera mediático o mediática más importante o importanta de este país o paísa? Sí señores, hablo de esa gran majorera que el mundo ha dado. Esa gran canaria que va dando tumbos por los platós de este nuestro país promulgando su majoreridad y su excesiva libido sexual, como LOGOTIPO de mujer que las demás deben imitar. Sí, es ella: AMOR. Jamás pude imaginar que llegaríamos a caer tan bajo los canarios. Primero mandamos a Pepe Vélez a Eurovisión para demostrar al resto de Europa que los españoles disfrutábamos de una excelente salud dental. Luego apareció la polifacética Antonia Sanjuan; una gran actriz, no cabe duda; pero no exenta de cierta polémica transexual al mismo tiempo. Después llegó la belleza personificada: el gran Pedro Guerra y su voz melodiosa en constante desarmonía con su "rasgos personales". Y ¿qué me dicen de la siempre fiable Lidia Lozano?Sí, ella también es canaria. Mejor ni hablamos. ¿Hasta dónode llegará esto?¿Dónde están los eruditos canarios que puedan salir por las teles nacionales a decir que no todos somos "extremadamente peculiares"? Aún con todo esto, les pido un réquiem por lo que Amor pudo ser y los votos del público intolerante no le dejaron.
Cambiando un poco de tema... resulta que acabo de llegar de la bella Gasteiz donde este martes me he presentado a la parte oral de mi examen de ciclo superior de la EOI. Teniendo en cuenta que el tema estaba pluscuanchupado y que la chica con la que me presenté (en adelante Heidi por lo blando de su tez y lo excesivamente rojo de sus cachetes) no me presentó mayores complicaciones, salí bastante contentillo. La cosa fue tal que así: Heidi parecía bastante nerviosa antes de la prueba. No paraba de moverse y parecía estar recitanto de memoria interminables listas de vocabulario. Debo decir que hasta ese momento su cara euskalduna (a saber, nariz prominente en inminente choque con su mentón, todo ello cubierto de un fino velo de flecos cortado al rente) era cromáticamente uniforme: nada de mofletitos colorados. Pero no hizo más que sentarse en aquel su trono de examen y la pobre Heidi cambió radicalmente. Los flequillos se le encresparon (y no producto de la electricidad estática) y sus moflete se pusieron en rojo incandescente por el frenético bombear de su corazón. ¡Chiquilla, cálmate, que te va a dar algo malo! -pensaba yo. Pero el ataque le duró hasta el final. Pobre Heidi. Yo era su único Pedro en aquella aula y no pude hacer nada para alejarla lo máximo posible del ataque de nervios. Sobrevivió, eso sí, pero a la salida, como gran vasca, no me volvió a dirigir la palabra y se perdió entre las brumas de la tarde (vamos, en el chaparrón que estaba cayendo, ni más ni menos). Toda una aventura.
Mensaje institucional: S.A.R. Beatriz I de San Fernando, hora menos en Canarias, será enviada en misión especial a tierras inglesas para completar su formación como cajera del Mercado...perdón, perdón... como futura gerente del Hotel Ritz de Madrid. Desde la capital del Estado opresor te deseamos la mayor de las suertes, de nuevo, en tu nuevo mini pueblo inglés donde vivirás tres meses. Descuida que iremos a darte apoyo moral. Brings us some sweets, please!
Antes de despedirme algunos mensajitos individuales: gracias a mi madre por haberme escrito por aquí, eso sí que ha sido una gran sorpresa. Al grupo de adultos de Vitoria, gracias por una cena tan divertida y exquisita (¡chapó por el que hizo los postres!). Y, por último, a mi amiga Aixi, hija mia, nunca cambiarás en lo de la sutileza. ¿Se puede ser más bruta?
Un abrazote a todos. ¡Hasta la próxima!