sábado, 17 de noviembre de 2007

¿Por qué no te callas?


¿Qué hay de nuevo, viejos? Bueno bueno bueno... tienen toda la razón: me he hecho un gandúl de los de tomo y lomo. No es que tenga poco tiempo para dedicarme a la difícil tarea de tener una vida propia; lo cual es cierto; y no es que no me apetezca sentarme a comunicarme con ustedes; tremenda mentira, por otro lado; sino que desde que vivo en la capital del estrés, me resulta más difícil encontrar momento para mí mismo. Y hoy, por fin, he encontrado algo de tiempo para contarles buenas nuevas.

No puedo pasar por alto el feo que le hizo el Rey a mi Comandante. Mi comandante, al que algunos llaman Alevín de Dictador (denominación que adoro y acuño de buen grado), es un ser incomprendido en este planeta. Acostumbrado a un parlamento donde solo manda él y donde nadie le interrumpe, le ha chocado un poco el hecho de tener que dejar hablar a alguien que no fuese sí mismo. Y ahí estaba Juanqui, poniéndose nervioso ante la sordera momentánea de la presidenta chilena que no mandaba callar al Alevín ni por equivocación. Así que decidió actuar de moderador y... ¡BOOM! ¡Estalló!: ¿Por qué no te callas? Y tiene toda la razón. Chávez, ¿por qué no te callas de una puta vez y nos dejas en paz? No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Siempre nos quedará la esperanza.
Después del análisis coña-político de la semana viene el momento de coña-recuerdo. Como ya les informé, hace dos semanas vinieron mis más-que-amigas, casi-hermanas Aixela y Jésica. Hacía mucho que no nos veíamos los tres, por lo que esta visita tuvo un punto nostálgico entremezclado con momentos erótico-festivos. El concierto de Blanca transfer (eskerrik asko, Lauritxu, por las entradas) y la visita cultural al Templo de Debod quedarán fijadas para siempre como "visitas de interés cultural" al mismo nivel de la visita a la Real Maestranza de Sevilla. Chicas, me hizo muchísima ilusión tenerlas por casa. Espero que esto se pueda repetir más seguido. Y Jesi, la próxima vez, asegúrate de la que bendita guagua sale de Avenida de América y no desde Albacete. "Y sin embargo, te quiero, gitana".

No menos interesante fue la visita relámpago de Maritxu, una de mis más fieles seguidoras bloggianas. No tenía yo conocimiento, querida María Carpenter de tus destrezas parchísticas. Me dejas verdaderamente obnubilado. No obstante, encontraste en Jésica un duro rival que te impedía demostrar al mundo tus dotes. Descuida, habrá revancha, y te dejaremos salir con dos fichas de ventaja. Me dio mucho alegría verte.
El máster mejora por momentos. Si alguno pensaba que la cosmética era un mundo estéril carente de emociones, no sabe cuán equivocado anda. El nuevo Proxylan con ácido hialurónico supone un mundo de maravillosos glicosaminoglicanos y poliglicanos que han dado una nueva perspectiva a mi existencia humana. Desde hoy, doy fe, odio más si cabe a la Penélope Cruz, sobre todo cuando sale en la tele anunciando este producto que tanto sudor y sufrimiento me produjo durante dos horas en una cabina de menos de un metro cuadrado. Penélope, tu ne le vale pas bien (tú no lo vales, mona). Únanse a mí y rechacen al unísono la invasión de cremas gelificantes que retrasen el envejecimiento: la arruga es bella, sobre todo para aquellos que padecemos en nuestras carnes los discursos de los que se niegan a aceptarlo.
Hala, ya me he desahogado. Ahora solo me queda decirles una cosa: hasta otra, my friends.